Luis Miguel Martínez, Procedente de Valencia, España

Visita al Salvador. Del 5 de julio al 9 de septiembre de 2022.

He visitado con Amanecer Solidario (ASOL) a la Asociación Nuevo Amanecer del Salvador (ANADES) ocho veces. Siendo la primera en el año 2010.

El 5 de julio salió el avión, desde Valencia, con un poco de retraso, hacia Madrid. Llegamos a tiempo de enlazar con el avión que me llevaría al Salvador haciendo escala en Guatemala. Hacia las 6 de la tarde, hora salvadoreña, aterrizaba en el aeropuerto. Allí estaba Moisés esperándome para llevarme a la sede de ANADES.

Paramos en Olocuilta para cenar unas buenas pupusas e ir ambientándome. Una vez en ANADES, Juancho me acomodó en la habitación y pude descansar. Al día siguiente, de mañanita salimos hacia la finca con Ana Mirian. En donde pude apreciar todo el trabajo que se realiza en la huerta. Recogimos hortalizas y frutas para los centros infantiles.
Y sin más descanso, al día siguiente, y también de mañanita, salimos hacia Torola con Zacarías, parando en la escuela de Perquín, donde pude saludar a las compañeras con las que estaré en Agosto. Dejamos los alimentos que llevábamos y salimos hacia Torola.

Ya en Torola paramos en casa de doña Orfi, la familia con la que estaré el mes de Julio. Después de un fuerte abrazo y saludar al resto de la familia dejé mi equipaje y subimos al centro que ANADES tiene aquí.
Estaban realizando un taller de informática.

Allí estaba Salvadora, coordinadora del proyecto, a la que saludé con un fuerte abrazo. Después del refrigerio salimos a visitar a las familias del cantón El Trueno. Familias que están dentro del proyecto. Durante este mes también visitamos a las familias del Casco Urbano y los cantones de Agua Zarca, El Límón, otra vez el Trueno y Maragua. Este año ya no pudimos hacer visitas al resto de cantones. Participé en una asamblea de tres cajas comunitarias de ahorro.

Trabajamos en el invernadero y preparamos semillas para repartir entre las familias que participan en el proyecto.
Visité a dos familias de Torola que tienen a un hijo y una hija en Valencia. Melvin y Yelín. El proyecto que se realiza en Torola, uno de los municipios más pobres del Salvador, lleva por título “Fomento de la economía local mediante el fortalecimiento de la soberanía alimentaria”

He podido comprobar cómo estas familias, dentro de su pobreza, van consiguiendo una autonomía en su economía a través de sus huertos familiares e iniciativas productivas. La gran mayoría de personas implicadas son mujeres. ANADES realiza un gran trabajo de acompañamiento y promoción de las familias con las que trabaja. Estando allí recibimos, desde Valencia, la grata noticia de que habíamos conseguido la subvención para continuar con el proyecto durante el año 2023.

El 22 de agosto estuve en el encuentro del personal de ANADES en la finca. Un encuentro de confraternización lleno de ilusión, juventud y compromiso.

El 26 de Agosto participé, en Torola, en el encuentro de todas las personas que están en el proyecto en donde expusieron sus productos para su venta. Fue un encuentro solidario que sirvió para el intercambio y fortalecimiento del proyecto.

Los fines de semana residía en casa de Salvadora. El jueves cuatro de agosto dejé Torola y fui a Perquín. Este fin de semana se celebraba el Festival de Invierno. Pude participar en diversos actos. Residí en casa de Emilio e Idalia.

El lunes 8 me incorporé al trabajo de la escuela infantil. Fue un emocionante encuentro con las trabajadoras pues siempre que he ido al Salvador he estado en la escuela. Se hace un gran trabajo pues se actúa con un gran cariño y profesionalidad. He convivido con ellas en el aula, reuniones de madres, jornada de capacitación….

La última quincena de agosto residí en casa de Mercedes en Quebrachos. En todas las casas en donde he residido me he sentido en familia. Soy un gran testigo de la hospitalidad salvadoreña.

Tengo que agradecer a ANADES el trato de hermano que siempre recibo. El estar siempre pendiente de mí. Les sugerí la ilusión de pisar la cima más alta del Salvador y allí me llevaron. El Pital (2750m.) en Chalatenango. Anteriormente me llevaron a Suchitoto.

Mi experiencia con ANADES es siempre una vivencia de la solidaridad, del compartir las mismas ilusiones y esperanzas. ANADES y ASOL tienen el mismo horizonte: una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Ellos en el Salvador y nosotros aquí en Valencia. Desde ASOL seguiremos en cooperación fraterna con ANADES. La solidaridad debe ser el lenguaje de los pueblos.

Un abrazo.

LUIS

 

 


José Masada– Procedente de Mozambique

Un poco de mi experiencia con ANADES, durante un año 2020

Pues antes de mi llegada a El Salvador, tenía mucho miedo porque no sabía cómo sería estar lejos de mi familia, de mis amigos y sobre todo de mi país.

Cuando llegué al país fui directamente a la oficina de ANADES y me sorprendió lo que vi y lo que sentí, pues el personal de ANADES junto con el personal del CCM me recibieron con mucho cariño y me ayudaron a dar mis primeros pasos, me hicieron sentir seguro y que no estaba solo, recuerdo que en ese momento yo hablaba portuñol!

Después de unirme al equipo, mi lugar favorito fue la finca San Jorge, ya que era el lugar donde tenía casi todo lo relacionado con mi intercambio de experiencias.

Era la primera vez que estaba en una finca, al principio el lugar me asustaba por la noche debido a la oscuridad, pero con el tiempo y con el ánimo de las personas que trabajaban allí, me acostumbré y me gustó la tranquilidad.

Con las personas que trabajaban conmigo nos llevábamos bien y eran muy amables, aunque algunos hacían bromas fuertes, pero igual me acostumbré.

Pues en una finca como San Jorge, con diferentes actividades, tuve la oportunidad de participar y compartir conocimientos relacionados con la agricultura y otros. Pues conocí el funcionamiento y manejo de la finca;

  • Aprendí a preparar preparados orgánicos para el control de plagas y enfermedades de las plantas;

  • Aprendí a preparar bocachi;

  • Colaboré en la aplicación de productos orgánicos y dosificación de productos;

  • Colaboré en la cosecha de los productos;

  • Colaboré en la facilitación de talleres;

  • Conocí el trabajo comunitario a través de visitas junto con la promotora social.

ANADES es una fuente de inspiración para mí, sobre todo en el área agrícola, el tiempo que trabajé con ANADES me estaba capacitando teniendo un conocimiento mutuo, sobre todo en la área agrícola, hoy soy independiente trabajando en mis proyectos, teniendo en cuenta el cambio climático que se hace sentir en los últimos tiempos, mi objetivo es luchar contra la desnutrición infantil crónica dentro de mi comunidad, mejorar la dieta alimentaría familiar dentro de mi comunidad y cultivar cultivos de rendimiento que pueda garantizar alimentos durante todo el año con la práctica de la agricultura de conservación.

Agradezco a ANADES por la oportunidad que me dio de ser parte del equipo, por el cariño y el esfuerzo. En especial a Ana Mirian, Anita, Areli, Don Moisés, Juancho y a mi ingeniero Alex

Chepito

 

 


delmarMaría del Mar, julio-diciembre 2015

Me gusta pensar que nacemos como folios en blanco, y que son las acuarelas de colores de la gente que nos rodea y las témperas de brillos de las experiencias que vivimos que nos van tintando, coloreando hasta que nace de esa mezcla de colores, la vida y la identidad de cada una de nosotras. Me gusta así sentirme un trocito de mundo, un pequeño trozo de mundo bonito, con sus muchas luces, sus tantas sombras y sus iguales grises.

Hoy me paré a mirar ese folio que es mi vida y encontré una mezcla de colores que me hicieron sonreír, el misterio de estos sólidos colores nace de mi experiencia en El Salvador por primera vez en agosto de 2012 y después, de julio a diciembre de 2015. Esta experiencia se desarrolló dentro de la Asociación Nuevo Amanecer (ANADES). Desentrañar esta mezcla de colores, pretender ser una forma alegre de dar las gracias a ANADES por la experiencia vivida.

En esta mezcla de colores encontré primero un rojo fuego, que mira y conoce la historia pasada con ojos grandes y sin miedo, conoce sus desgarres y dolores como balas que atraviesan el cuerpo y duelen, pero no detienen. De ahí, cantaba un azul que buscaba tomar la historia de la mano para proyectarla como sueño colectivo hacia la esperanza que se sigue retorciendo valiente y rebelde en cada una de nuestras mañana. El amarillo conocía la necesidad de cuidar el cuerpo con la revolución que implica hacerlo desde la naturaleza, la tierra y sus miles de plantas medicinales, y el naranja llamaba a transformar desde las experiencias comunitarias que potencian la responsabilidad individual desde la niñez.

Estos colores marcaron mi experiencia y pretenden no ser más que una invitación a descubrirlos, a dejarte colorear, porque quizá sea esta una bonita forma de hacernos felices transformándonos y transformando el mundo a uno lleno de miles de colores.

 

 


Leo Rehnfeldt y Maria Bolin, agosto-diciembre 2015

leoHemos trabajado primeramente con la comunicación externa de ANADES entre septiembre y diciembre del año 2015, construyendo la página web, testimonios de vida, videos de promoción, boletines y más más más. El trabajo se ha realizado sobre todo a través de visitas en las comunidades, acompañados por la asociación. Por eso las entrevistas han tenido lugar en los sitios donde más se ha podido ver el impacto y las consecuencias positivas de la cooperación. Los participantes vienen de distintas partes del país, tanto de zonas rurales como urbanas, y varían en género y edad. Lo que todos tienen en común es un largo compromiso y una participación en el trabajo de ANADES junto a una voluntad ardiente de mejorar y protagonizarse de su situación de vida. Queremos con estos textos visibilizar los verdaderos impactos de la Cooperación para el Desarrollo, con los cambios concretos y muchas veces vitales que causan en las vidas de las personas más necesitadas.

Pmariaara nosotros ha sido una experiencia realmente enriquecedora el haber compartido estas historias con la gente que las vivió, y ha sido imposible no dejarse conmover con sus testimonios, sus compromisos y el espíritu de lucha que han mostrado. Con orgullo ahora se titulan de sus derechos y trabajan incansablemente para que esos se les cumplan, a nivel individual tanto como en colectivo, y con la ayuda de la asociación han podido dar el gran paso desde la extrema pobreza a una vida más digna. Es difícil no sentir admiración por todo lo que han logrado y por la lucha diaria que siguen combatiendo. Les queremos dar las gracias, por la participación y por la inspiración que nos han brindado. Juntos seguirán construyendo un nuevo amanecer.

 

 


Raquel y Lucas Yoder Penner

Nosotros venimos por parte del Comité Central Menonita y estamos trabajando dentro del programa de desarrollo coLYRmunitaria. Vivimos y trabajamos en el municipio de San Julián en el departamento Sonsonate como promotores de salud. Específicamente, estamos ayudando a llevar a cabo un proyecto de 3 años que se trata de la prevención de las enfermedades mas prevalentes en la zona rural y con la salud sexual y reproductiva.

Somos originarios de los EE.UU, pero hemos logrado encontrar familia y comunidad aquí en El Salvador muy lejos de nuestro país. Estamos muy agradecidos e inspirados para trabajar al lado de nuestros compañer@s que tienen una dedicación y un compromiso tan grande con la gente mas necesitada del país. Aparte del trabajo, nos gusta comer pupusas y salir a conocer los lugares bellos del país.